Entrar al mundo del vino puede parecer complicado cuando aparecen palabras como taninos, cuerpo, maceración, seco o redondo. Pero en realidad no necesitás ser un experto para entender lo que estás tomando. Este diccionario está pensado para vos: con definiciones claras, para que puedas leer etiquetas, interpretar descripciones y elegir vinos con más seguridad

1. Suave
Un vino “suave” es agradable en boca: no tiene sensaciones agresivas, sus taninos son amables y la textura es agradable.
Por qué importa para vos: Si estás empezando, un vino suave es ideal porque se bebe fácil y no resulta intimidante.
2. Afrutado (o Frutado)
“Afrutado” indica que el vino tiene aromas o sabores que recuerdan a fruta: puede ser fruta roja (cereza, frutilla), fruta negra (mora) o fruta blanca (manzana)
Dato clave: Afrutado no significa necesariamente “dulce”; puede haber vinos afrutados y secos.
3. Seco
Un vino “seco” es aquel con muy poco azúcar residual, de modo que no se percibe dulzor.
Sensación: limpia, directa, sin esa sensación de “bebida dulce”.
Relevancia: Muchos vinos comunes (tintos y blancos) son secos, y eso no implica que sean difíciles, sino todo lo contrario.
4. Taninos
Los taninos son compuestos naturales que provienen de las pieles, semillas y tallos de la uva, y también pueden venir de la madera de la barrica
Cómo se sienten:
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En exceso → el vino puede dejar sensación de sequedad o astringencia.
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En equilibrio → aportan estructura y ayudan al envejecimiento.
5. Acidez
La acidez es como la “columna vertebral” del vino: da frescura y vivacidad.
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Si la acidez es alta → el vino se siente vibrante, “vivo”.
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Si es más baja → puede aportar una sensación más redonda, suave.
6. Cuerpo
El cuerpo describe qué tan “pesado” o “ligero” se siente un vino en la boca.
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Cuerpo ligero: vinos frescos, fáciles de beber.
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Cuerpo medio: balance entre sensación y estructura.
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Cuerpo pleno: vinos densos, con más presencia.
7. Notas (Aromas y Sabores)
Cuando lees en una etiqueta “notas de vainilla, ciruela o chocolate”, no se trata de que esos ingredientes se agregaron. Son aromas evocativos: el vino recuerda esos sabores por sus compuestos naturales.
Consejo para principiantes: no hace falta reconocer todo lo que dice la etiqueta; si captas uno o dos aromas ya estás avanzando mucho.
8. Barrica / Roble
Cuando un vino ha sido criado en barrica de roble, puede presentar aromas como vainilla, chocolate, tostado, especias.
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Vinos con barrica → más complejos, redondez mayor.
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Vinos sin barrica → más frutales y frescos.
9. Maceración
Es el proceso en el que el jugo de uva está en contacto con la piel, semillas y, a veces, tallos, durante la fermentación.
Resultado: más color, más taninos, más aroma. Más tiempo de maceración suele dar vinos más estructurados e intensos.

10. Aromas primarios, secundarios y terciarios
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Primarios: provienen de la uva (fruta, flores, vegetales).
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Secundarios: vienen de la fermentación (por ejemplo, notas de pan o manteca).
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Terciarios: surgen con la crianza (cuero, tabaco, madera).
Tip: En vinos jóvenes, es más fácil reconocer los primarios (fruta).
11. Crianza
Es el tiempo que un vino permanece en barrica y/o botella antes de salir al mercado.
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Más crianza: vinos más complejos y maduros, con sabores a madera, tostado o tabaco.
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Menos crianza: vinos más frescos, frutales y directos al sabor.
12. Terroir
Se refiere al conjunto de factores del lugar donde se cultiva la uva: clima, suelo, altitud.
Para vos: terroir es como la “huella geográfica” del vino: lo que lo hace único según su origen.
13. Redondo
Un vino “redondo” (también llamado “armonioso”) es aquel en el que todos sus elementos —acidez, taninos, alcohol y sabores— están bien integrados, sin que uno sobresalga de forma desagradable.
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Esta integración genera una sensación suave, fluida y agradable en boca.
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No significa que el vino sea simple: puede tener muchos matices y complejidad, pero se perciben con naturalidad y armonía.

Guía rápida para usar este diccionario
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Si buscás vinos suaves, fijate en “taninos suaves”, “sedoso”, “agradable al paladar”.
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Para vinos afrutados, buscá descripciones con “fruta roja”, “aromático”, “fruta negra”.
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Para vinos secos, elegí los que digan “poco azúcar”, “limpio”, “sin dulzor notable”.
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Si te atraen vinos complejos y equilibrados, usá términos como “cuerpo pleno”, “crianza”, “redondo”.
Este diccionario del vino para principiantes te da una base sólida con términos validados para entender tu copa: desde suave, afrutado, seco, hasta redondo, cuerpo y taninos. Con estas definiciones vas a poder leer etiquetas, participar en una degustación o elegir vinos con más confianza. Y lo mejor: disfrutar cada sorbo con más sentido.